Archivo | junio, 2015

¿Y si el dinosaurio de Monterroso fueras tú?

16 Jun

«Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí»

Ahora lo entiendo Monterroso, el dinosaurio era la vieja escuela, las clases magistrales, las seis horas sentados en la misma mesa, la voz monocorde del maestro omnisciente, los libros de texto, los puñeteros exámenes, las pruebas de diagnóstico, las revalidas, las pruebas estandarizadas, las listas de cosas inútiles que hay que memorizar para olvidarlas invariablemente tras la prueba de turno, las mismas recetas de éxito, los apuntes copiados por todos al listo de clase, los deberes, los p… deberes, sempiternos, antipáticos, aburridos, estériles.

 Decenas de generaciones de niños se duermen y cuando despiertan, siempre lo mismo, el dinosaurio les espera con la tiza en la mano, de cara al encerado, explicando una lección que lleva siendo la misma desde por lo menos el siglo XIX. Atender, escuchar, copiar, analizar, calcular, repetir, escribir recto, formular, copiar, atender, colorear, rellenar, escuchar…

¿Hasta cuando? Maestro, maestra, profesora, docente el cambio está en tu mano. No eches la culpa al sistema, al medio, al equipo directivo, a la wifi. Mata al dinosaurio que llevas dentro, se puede, ellos lo hicieron.