La revolución en el mundo de la información y las comunicaciones en la que vivimos inmersos ya se ha llevado por delante (o se está llevando en estos momentos) ecosistemas culturales tan poderosos no hace muchos años como el del disco, el del cine, el del libro, el de los periódicos…
El modo en que escuchamos, vemos, leemos, nos divertimos, nos ilustramos, nos informamos ha cambiado radicalmente. No veo por qué el modo en el que aprendemos no debería cambiar también. Y de hecho lo está haciendo, es posible que no tan rápidamente como el resto de sectores culturales, en parte porque los agentes educativos, esto es, las distintas administraciones y los propios docentes no se han enterado del cambio… o sí
Esto viene a cuento porque acabo de salir (vivo, por cierto) de una experiencia educativa altamente recomendable en la que cientos, miles de docentes hemos convivido durante siete semanas aprendiendo, compartiendo, debatiendo, colaborando y creando. El curso, que llevaba por título Entornos Personales de Aprendizaje para el desarrollo personal docente, era un MOOC (Massive Open Online Course o en castellano, Curso Abierto Online Masivo) organizado por Educalab dependiente del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte de España y diseñado brillantemente por el equipo de Conecta13, con David Alvarez, Clara Cobos y Diego García a la cabeza.
Un curso seguido por una legión de docentes de todos los niveles educativos, de todas las áreas de conocimiento, de casi todos los países hispanohablantes, de la escuela pública, concertada y privada, un curso que, como explican en las bases:
«… se hace de forma experimental sin certificación. La estimación de carga horaria es solo orientativa, no se certifican «horas de formación». Se espera que la participación en el curso tenga como principal motivación el aprendizaje personal, el desarrollo profesional y la colaboración con otros docentes. «
Pues bien, aquí tenemos un dato, este curso demuestra que algunos agentes educativos SÍ están al tanto del cambio de paradigma que está sufriendo la escuela, el instituto, la universidad. Esto es solo la punta de lanza, cuando bajas a la arena, cuando entras en las clases, cuando escuchas lo que se dice en las salas de profesores, cuando lees el acta de un claustro no lo ves, no lo detectas, es como si nada hubiera cambiado, pero el cambio se está produciendo.
Mas indicios del cambio, este borrador sobre el marco común de competencia digital docente en el que andan liadas nuestras Consejerías de Educación desde hace apenas una semana y del que sin duda sabremos más antes de que finalice el curso.
Ahora supongamos que ese cambio realmente se está produciendo, supongamos que no hay marcha atrás, que de nada sirven las resistencias, supongamos que soy docente y que no me jubilo en los próximos 5 años ¿qué se espera de mí? ¿qué debo saber? ¿qué tengo que ser? ¿cual será mi rol dentro de ese nuevo ecosistema educativo? Aquí va una idea
Esta infografía la realicé dentro del curso al que aludía más arriba, para ilustrar el tema 5, CURACIÓN DE CONTENIDOS. En ella invento el «palabro» EDUCurATOR, jugando con los conceptos EDUCATOR y CONTENT CURATOR y explico siguiendo el juicio entre otros de Manuel Area, Dolors Reig o Juan Freire el que sin duda será uno de los nuevos roles docentes (no el único) de esta educación que está a las puertas y que, resumiendo, consistirá en filtrar, intermediar o comisariar contenidos relevantes para nuestro alumnado.
¿Qué competencias conlleva este rol?, por supuesto las digitales en las que están trabajando las Consejerías. Para saber cual es tu nivel de competencia existen algunas autoevaluaciones como esta de la Junta de Castilla y León, que aunque un poco obsoleta te permitirá hacerte una idea de donde estás y hacia donde tienes que ir.
Suerte y buen camino
La escuela suspendida 